domingo, 26 de octubre de 2008

Pispireta.

Abrió las puertas del ropero y empezó a mirar. Pasó perchas y miró dentro de los cajones, mientras iba sacando de vez en cuando alguna que otra prenda. Cuando terminó de revisar se dedicó a elegir entre las ropas seleccionadas. Se decidió por una hermosa musculosa violeta con un bonito escote y de color muy intenso. Pasó un buen rato intentando encontrar algo que combinara con la remera, pero nada la satisfacía completamente. Resignada, eligió al fin un jean oscuro. Empezó a guardar toda la otra ropa y justo ahí, en el fondo del cajón, la vio. Era una pollera blanca con volados, estampada con pequeñas flores de todos colores. Era hermosa. Inmediatamente reemplazó al jean por aquella nueva prenda. Se cambió la ropa y se calzó unas hermosas sandalias blancas que solía usar en primavera. Se paró frente al espejo, peine en mano. Se planchó el flequillo, se cambió veinte veces el peinado. Al fin se decidió por usar el pelo semirrecogido, con el flequillo hacia el costado. Asomó la cabeza por la puerta y miró el reloj del living...¡Sólo faltaban quince minutos!. Se delineó los ojos (odiaba pintárselos) y todavía dudaba si pintarse los labios o no. Decidió darles un poco de color rojo, pero sin excederse.Por último, buscó una cartera adecuada y guardó sus llaves, la billetera, el monedero, el celular y un abrigo por si refrescaba. Miró el reloj: aún faltaban cinco minutos. Se sentó a esperar, pero lo nervios le revolvían el estómago. El tiempo pasaba despacio, e intentó ocuparse en otra cosa, pero no pudo. Se sobresaltó cuando escuchó el timbre de la calle.Mientras bajaba se miró por última vez en el espejo y arregló su pelo. Apenas salió del ascensor lo vio, esperándola en la puerta. Salió a la calle y murmuró un tímido 'Hola', a modo de saludo. Él le respondió del mismo modo y la tomó de la cintura. Le sonrió dulcemente y se acercó a su boca. Los dos se fundieron en un dulce beso. Sus manos le revolvieron el pelo y le arrugaron la ropa, el maquillaje se le corrió y se le cayó una pulsera. Al separarse, él la miró un segundo y le susurró al oído : 'Estás hermosa'.

1 comentario:

  1. (L) Este definitivamente es mi favorito... ya está, soy seguidora de tu blog =)

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